Empiezo esta crónica de hoy con un proverbio pronunciado por Abdallah, un guía saharaui: "El que no vive para servir no sirve para vivir". Una frase que dice mucho de una filosofía de vida, la de un pueblo que entiende que los deseos de la comunidad están por encima de los deseos del individuo.
El ha venido para quedarse. Hay historias tan bonitas, tan interesantes y enternecedoras que no pueden ni deben quedarse en la trastienda de la historia ni en el anonimato. Hoy me van a permitir que les hable de otro amigo, y no lo es solo por ser un buen médico odontólogo, sino por ser un claro defensor de los derechos humanos y un comprometido con las buenas causas.
Se llama Mahmud, es saharaui, y aterrizó en El Hierro hace más de quince años por causas que marcan solo el destino de las personas. En su caso llegó a estas tierras porque aquí estaba su hermano mayor trabajando en la construcción, donde aún permanece. Desde su primera visita se quedó impresionado de la seguridad en la isla, y se quedó impactado de como se dejaban las llaves en las puertas y en los coches y nunca pasaba nada.
En aquellos tiempos, como muchos jóvenes saharauis, sus familias de escasos recursos económicos por no decir en la pobreza más absoluta, recurrían a la solidaridad de Cuba o de Argelia, como alternativa a salir de los campos de refugiados y prepararse para un futuro incierto pero mucho más prometedor del que le podía ofrecer su propio país de nacimiento.
El decidió la Perla del Caribe para iniciar sus estudios de medicina odontológica, que los pudo terminar gracias al apoyo familiar y a sus esporádicos trabajos de verano, precisamente en El Hierro, donde fuera, en la construcción o en la agricultura.
Su agradecimiento a El Hierro y a los herreños lo transmite con su mirada, y su agradecimiento a poder tener lo que posee se lo debe a su padre, Bachir, nombre que lleva su clínica dental, todo un reconocimiento a sus raíces. Gracias por ser como eres.
Mahmud enseguida sintonizó con los herreños. Su sencillez, humildad y profesionalidad le llevó a fijar definitivamente su residencia en El Hierro, donde los primeros años fueron realmente difíciles a la espera de la homologación para el ejercicio de su especialidad. Finalmente la tierra prometida le brindó su oportunidad, y hoy Mahmud Abdelfatah Chej Mohamed tiene una magnífica clínica dental en El Hierro con todas las especialidades odontológicas posibles: implantes dentales, ortodoncia, peridoncia, prótesis fija o removible, cirujía bucal, blanqueamiento, ...., en fin, todo lo que está escrito, y con los mejores especialistas.
Autor: Raúl Álamo